Los profesionales del derecho tenemos todo el tiempo que estar tomando decisiones, para lograr hacer bien nuestro trabajo. Para lograr hacerlo de manera correcta hay que ir más allá de nuestras intuiciones y desarrollar un método que optimice el proceso decisional.
Esto se debe a que tomar buenas decisiones es un proceso que implica una combinación de análisis, reflexión y acción. Aquí te presento algunos consejos que pueden ayudarte a tomar decisiones más efectivas:
1) Define claramente el problema o la situación: Antes de tomar una decisión, es importante que comprendas completamente el problema o situación que estás enfrentando. Tómate el tiempo para investigar y analizar la información relevante.
2) Considera todas las opciones: Una vez que hayas identificado el problema o la situación, es importante que consideres todas las opciones posibles. Haz una lista de las posibles soluciones y evalúa los pros y contras de cada una. Muchas veces he dicho que judicializar un asunto y plantear un pleito jurídico debe ser la última opción, pero no la única. El ordenamiento jurídico suele ofrecer varias respuestas para un mismo problema jurídico.
3) Evalúa las consecuencias: Antes de tomar una decisión, considera las consecuencias a corto y largo plazo de cada opción. Piensa en cómo afectará cada opción a los intereses de tu cliente e incluso al personal de tu despacho o a ti mismo.
4) Toma en cuenta tus valores y objetivos: Tus valores y objetivos personales deben ser una consideración importante al tomar decisiones. Piensa en cómo cada opción se alinea con tus valores y te acerca o aleja de tus objetivos, tomando en cuenta los de corto, mediano y largo plazo. Lo que puede ser atractivo el día de hoy, por ejemplo porque nos genera una buena retribución, puede tener efectos adversos más adelante sobre nuestra reputación o sobre el prestigio de nuestra firma legal.
5) Busca asesoramiento: Si tienes dudas sobre una decisión, busca la opinión de personas de confianza que puedan aportar diferentes perspectivas. A veces, ver las cosas desde una perspectiva diferente puede ayudarte a tomar una decisión más informada. Hablar con quienes tienen experiencia en cierto tipo de casos o que ya han atendido determinado tipo de asuntos nos puede servir mucho.
6) Toma una decisión informada: Después de considerar todas las opciones y evaluar las consecuencias, toma una decisión informada. Tómate el tiempo que necesites, pero no pospongas la decisión indefinidamente. Considera que es indispensable revisar las fuentes del derecho aplicables al problema que estés analizando, así como los precedentes judiciales relevantes. También revisa lo dispuestos en disposiciones internacionales como tratados y convenciones, al igual que la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanas, que es totalmente vinculante para el Estado mexicano (si te interesa conocer más sobre el tema te recomiendo la lectura de la Contradicción de Tesis 293/2011 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación).
7) Evalúa el resultado: Una vez que hayas tomado una decisión, evalúa los resultados. Si la decisión no tuvo los resultados deseados, analiza por qué no funcionó y aprende de la experiencia para futuras decisiones. Lo que distingue a los buenos abogados es su capacidad de aprendizaje permanente y eso incluye el saber tomar buenas decisiones, de acuerdo a los puntos que te acabo de señalar
Recuerda que tomar decisiones es un proceso continuo y que siempre habrá decisiones difíciles, sobre todo cuando pueden afectar intereses relevantes de nuestros clientes. Sin embargo, siguiendo las sugerencias anteriores, estimo que puedes aumentar tus probabilidades de tomar decisiones informadas y efectivas.
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